Kittie Knox, ciclista afroamericana que desafió los roles impuestos en su época

Katherine T. Knox, más conocida como Kittie Knox, nació en 1874 en Boston; hija de madre blanca y padre afroamericano se ganaba la vida como costurera, pero su verdadera pasión era el ciclismo. 

Kittie Knox // Fuente: League of American Bicyclists

Knox se convirtió en miembro de la Riverside Cycling Club, uno de los primeros clubes de ciclismo para africanes en su ciudad natal. Se estableció como una ciclista reconocida en su comunidad, participando en varias carreras y superando, en algunas ocasiones, a sus competidores masculinos. La reputación de la deportista llegó más allá de su Massachuttes natal, haciéndose mención de ella en el periódico afroamericano Indianapolis Freeman en 1893.

No solo se la reconocía por su pasión, sino que se negó a utilizar las bicicletas diseñadas para mujeres, utilizando las que se comercializaban únicamente para hombres. Además, diseñó unos pantalones holgados que le permitían pedalear con total comodidad, a diferencia de las largas faldas que se esperaba que usasen las mujeres.

En el año 1893 Knox se unió a la abrumadoramente masculina League of American Wheelmen – actualmente conocida como League of American Bicyclists -. Si bien, su participación en la liga se tambaleó cuando un año más tarde, en 1894, se prohibió a la comunidad afroamericana pertenecer a la organización. La reacción de la ciclista no fue asumir la nueva normativa, sino que, en 1895, se presentó en la reunión anual de la liga en Nueva Jersey, enfrentándose directamente con la nueva normativa y señalado que ya formaba parte de la organización antes del cambio.

Hay distintas versiones de lo ocurrido, algunas historias cuentan que se expulsó a Kittie de la reunión, mientras que otras apuntan a que, tras discutirse su presencia, se autorizó su asistencia.

En el libro Reinas de la carretera: Pioneras del manillar y del volante la autora relata:

“En un principio sus integrantes eran blancos sin embargo, en 1893, antes de implantar su veto racista, Kittie Knox, una costurera afroamericana amante de la bicicleta, obtuvo su tarjeta de miembro, lo que le permitía en teoría participar de las actividades de la organización. Es célebre la reunión anual celebrada en 1895, a la que Kittie Knox llegó con su bicicleta y carnet. Aquello encendió un fuego que encendió los titulares de los periódicos de todo el país. El club no sabía cómo proceder. ¿Qué hacer? Kittie Knox ya era miembro de facto y estaba decidida a hacer valer sus derechos. Para los miembros de la liga,  osaba desafiar la normativa instituida un solo año antes.

Algunos periódicos afirmaron que a Knox se le negó la entrada y que se retiró sumisamente. Según otros, lo hizo con aire desafiante. Unos cuantos, incluso, negaron su exclusión. En cualquier caso, su llegada a la convención ocupó las primeras planas de la prensa nacional…. Finalmente Kittie Knox perdió esta batalla pero abrió la puerta a la victoria de una guerra que tiempo después ganarían los ciclistas de color.

Fue una pionera que ejerció su derecho a ser reconocida y admitida como miembro de una liga ciclista”

Lo que si fue claro es que la acción de Knox sirvió para generar un debate público sobre la segregación racial y la discriminación por razón de género. Falleció en 1900 debido a un fallo renal, pasando a la historia no solo como ciclista hábil, sino también por su lucha contra la segregación racial y de género

Fuente: https://www.oprimide.com/kittie-knox-y-su-lucha-contra-la-segregacion-racial-y-de-genero-a-lomos-de-una-bicicleta/?fbclid=IwAR1PEX__sII8Z0LcIdDoc3xK6AOdx_-fG057Yq7URhbnCLQzihwU9k8MS1U

Libro: REINAS DE LAS CARRETERAS: PIONERAS DEL MANILLAR Y DEL VOLANTE. Escrito por Pilar Tejera Osun

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